MANCHA I, ‘parte de un cuerpo de distinto color que el general’, del lat. MACŬLA íd.; en fecha antigua se propagó la nasalidad al final de la primera sílaba resultando *mangla o *mancla, que regularmente dió mancha en castellano y portugués.

1.ª doc.: h. 1280, Gral. Est. I, 293b35; 1.ª mitad S. XIV, Libro de la Montería1.

Aunque es indudablemente palabra tan antigua como el idioma, escasean los ejs. medievales, a causa del carácter de la literatura de esta época, y también porque entonces se empleaba siempre mancilla en lugar de mancha en los sentidos morales y figurados, y aun en algunos que se acercan mucho a los materiales. Está también en APal. («fierro encendido con que se queman las manchas a las ovejas», 58d; 236d; 258d), Nebr. («m. o manzilla: macula») y es frecuente desde entonces en los textos. General en todas las épocas y común a todos los romances de Occidente, si bien en rético, galorromance y catalán2 la invasión del germ. TAIKKA le ha dejado reducido a ciertas acs. muy especiales3. La evolución fonética de MACULA a mancha no presenta realmente dificultad. Como vieron M-L., M. P., Cornu (GGr. I, §§ 138, 151), Leite de V. (RL II, 269) y otros, hay propagación de la nasal inicial, sea en la etapa MACLA > *mancla, según indican estos autores, o más bien (teniendo en cuenta la sonorización en el caso paralelo de manzi(e)lla) en la fase *magla > mangla, de donde luego mancha, como en CINGULA > cincha. Otras formas semejantes son el leonés mangra ‘tizón del trigo’, asturiano occidental mángara, extrem. mangria ‘enfermedad de las patatas’: estas sonoras bastarían ya para probar que no se trata de un cruce latino de MACULA con MANCUS ‘manco’ (así GdDD 4092). Son ilusorias las dificultades que encuentra Malkiel (Univ. of Calif. Publ. in Ling. I, 230)4, que le conducen a la hipótesis innecesaria de un lat. vg. *MATULA, que además tampoco explicaría la forma mancha (desde luego el resultado de *MATULA no sería *macha, como él supone, sino *malda o *maja).

En cuanto al portugués, también allí existe mancha (manchar está ya en J. de Barros, med. del S. XVI, según Vieira), y no veo razón suficiente para admitir con el REW, que esta forma sea préstamo castellano: así el paso de -CUL- a -CL- y -ch- tras consonante, como la propagación de la nasal son fenómenos corrientes en el idioma vecino5, y aunque es verdad que MACULA ha dado allí varios duplicados diferentes, malha, mágoa, mangra, mácula (comp. Gonç. Viana, Ap., II, 97), pero son éstos, salvo el primero, los que presentan un tratamiento fonético menos genuino, por semiculto o tardío, y la coexistencia de malha con mancha no es razón suficiente para negar la genuinidad de este último, cuando hay otros duplicados aprovechados por el idioma para matices diversos. El cultismo maculado (hoy menos frecuente que su derivado inmaculado), ya en 1444, Mena, Lab., 101gmaculados del crimen nefando»). Gall.-port. mágoa ‘cardenal, magulladura’ (port.), ‘mancha’ (port.), ‘aflicción, dolor, disgusto, lástima’ (port. y gall.): «a tia non gostaba do Rañolas ainda que lle tivese mágoa» (Castelao 214.2); magoar ‘magullar’, ‘lastimar’6, magoar-se ‘lamentarse’ (port.).

Mangla ‘tizón’, ‘ládano’, parece ser duplicado semiculto de mancha7.

DERIV.

Manchar [1.ª mitad del S. XIV, vid. ej. en el texto arriba citado], de MACULARE ‘manchar’; manchado; manchadizo. Manchón; manchoneado ‘terreno con manchas’ (Ca., 195). Manchita ‘juego de pasa pasa’ arg. (M. Fierro II, 3162). Manchoso. Manchuela [APal. 17b]. Desmanchar; desmanchón. Maqueta [Acad. 1936], tomado del fr. maquette [1752] y éste del it. macchietta ‘boceto (de un dibujo)’, dimin. de macchia íd., que es la forma italiana correspondiente al castellano mancha, y empleada normalmente con el significado de éste.

1 «Las más finas colores que Nos fallamos de los alanos... son los... blancos manchados, en tal que hayan dos o tres manchas, et que sean grises o prietas», ed. Gutiérrez I, 117.―

2 Malla significa en Mallorca cada una de las «lunas» que forma el aceite echado en el agua (BDLC XI, 334), en los Puertos de Tortosa y en el Maestrazgo ‘mata o matorral de una planta’ (comp. el mallada de Blasco Ibáñez que cité s. v. MAJADA); comp. it. macchia y port. malha en la misma ac., y cast. mancha ‘conjunto de plantas que pueblan algún terreno, diferenciándolo de los colindantes’.―

3 No es aquí el lugar de tratar a fondo del origen del nombre de la región de La Mancha, pero daré algunas indicaciones. Simonet (s. v. mata) supone se llamara así por tener vegetación diferente de las zonas colindantes; quizá, pero nótese que es territorio grande para que se conciba fácilmente el que la imaginación popular, muy limitada en lo geográfico, pudiera llamarlo así, mirándolo como si estuviese en un mapa o desde un aeroplano estratosférico. Es básica la nota de Zurita reproducida en Rivad. LXVI, 420n.4. De ella resulta que se daba a la Mancha el nombre de Mancha de Monte Aragón ya a princ. S. XIV (Cortes de la menor edad de Alfonso XI) y aun en doc. de Don Denís de Portugal (1279-1325), así como en las Crónicas de López de Ayala y en muchos documentos posteriores. También se la había llamado simplemente Monte Aragón: «Hércules... pobló... Carthagena, e solien le llamar antiguamientre Carthagena Espartera, por que toda la tierra ó es ell esparto, que llaman agora Montaragon, obedecie a ella», 1.ª Crón. Gral., ed. M. P., 10a39; lo cual reemplazó Ocampo por Mancha de Aragón; Covarr.: «Mancha de Aragón, fué dicha antiguamente Monte Aragón, por un pueblo que allí estava deste nombre; era comarca áspera, y no cultivada en aquel tiempo; llamóse antes Campo Espartario, por el mucho esparto que allí nacía: aora cultivada es abundantíssima de pan; a imitación desta se devió de llamar Mancha un territorio del Obispado de Cuenca, adonde se coge mucho pan y vino». Zurita afirma que el nombre es idéntico al del pueblo de Almansa, y que primitivamente significaría ‘tierra de espartos seca’; con ello no llegamos a resultado etimológico concreto, que yo sepa, y el pasaje de un documento de Pedro el Ceremonioso de Aragón no prueba nada: «por Magen [¿léase Moxen = Mogente?] e por Almesa [Almansa?], que es tierra de Don Juan, e es seca Manxa, e tal que poder del Rey no y poria turar, e com y fos entrat, no y poria dar dany», indica sólo que ya entonces se empleaba Manxa como nombre propio y que era conocida por su sequedad. Lo que trata de probar Zurita es que Mancha de Monte Aragón es anterior a Mancha de Aragón, como todavía se decía en su tiempo (y aun en el Quijote II, xxv, 96, en boca de un ventero). Quizá sí, pero Mancha de Aragón también es antiguo, puesto que ya figura en Nebr., y bien podría serlo mucho más. Sea como quiera no estoy convencido de que sea falsa la tesis que Zurita rechaza como tal, a saber que Mancha de Aragón estaba por Marca de Aragón, o zona castellana limítrofe de la Corona catalano-aragonesa (es un hecho, en efecto, como reconoce y documenta Zurita, que en Castilla se daba el nombre de Aragón aun a ciudades del Sur de Valencia o de Cataluña). Ésta parece haber sido la convicción de Nebr., que traduce Mancha de Aragón por Marchia Tarraconensis, empleando este último vocablo como equivalente de aragonés, como solían hacerlo los humanistas. Y es un hecho indudable que Manchas de Aragón se aplicó a toda la franja fronteriza oriental del reino de Castilla, aun a la de Castilla la Vieja: «Nace o Douro junto de Soria, abaixo das manchas d’Aragão; e o Tejo nace da outra parte da serra», reza un doc. portugués poco posterior a 1538 (Leite de V., Philol. Mirand. II, 242n.). ¿Quién no reconoce ahí un viejo galicismo deformado? El fr. marche se asimilaría al autóctono mancha, tan cercano fonéticamente. En cuanto a Monte Aragón, algunos (como al parecer Covarr.) lo confundieron con el célebre monasterio de la provincia de Huesca, pero el origen de este nombre aplicado a la Mancha nos lo enseña el propio Zurita, quien, fundándose en «memorias antiguas», declara que es la sierra que se extiende desde la ciudad de Chinchilla hasta el Reino de Valencia, nombre que todavía le duraba entonces en la comarca: claro está que esta sierra se denominó así porque llegaba hasta la frontera aragonesa (= valenciana); y es fácil de comprender que a la parte de las «manchas de Aragón» que se hallaba cerca de esta sierra se le diera el nombre particular de «Mancha de Montearagón». Esta pequeña zona de Chinchilla se llamaría así, y el resto de la región sería Mancha de Aragón por ser fronteriza de las tierras del Rey de Aragón. Claro que hace falta estudio más completo (en otras partes el nombre procederá realmente de MACULA ‘manchón de vegetación’, como en el manantial de La Mancha, departamento de Les Heras, Mendoza, Argentina). No creo que esté en lo cierto Asín (Contrib. a la Top. Ár. de Esp.) al derivar el cast. Mancha del ár. mánǤà «alta planicie», pues en una palabra documentada ya en 1300 sería inexplicable que el Ǥ del árabe hubiese dado ch y no j, y esperaríamos que la á se cambiara en é. Por lo demás mánǤà, derivado de la raíz n-Ǥ-w ‘salvarse, escapar’ no significa ‘meseta’, sino ‘lugar elevado donde uno se siente seguro’ (así en Abenjaldún) o ‘asilo, refugio, retiro’ (Beaussier; falta en PAlc., R. Martí, Lerchundi, Bocthor. A propósito de la supuesta etimología arábiga del nombre de la Mancha debo hacer constar que esta raíz arábiga debió realmente ser usual en el árabe de España, pues el sinónimo Ǥà ‘lugar elevado donde uno se siente seguro’ debe de ser el étimo del nombre del pueblo de Natjà en la Baja Ribagorza de habla catalana (ya documentado con la grafía Najà en el S. XVII, y hoy por lo general escrito Nachá), cuya situación en la punta de una sierra, cerca de donde pasó durante más de un siglo la frontera musulmana, corresponde perfectamente a esta etimología. Por otra parte subsiste, en el caso de la Mancha, la objeción fonética, que hace muy dudosa esta etimología.―

4 Son útiles, en cambio, las notas de las pp. 271-4, que nos informan sobre detalles semánticos de interés y proporcionan copiosa documentación dialectal.―

5 Es verdad que el portugués no propaga la nasal en el caso de mazela ni en el de maçã, pero también tiene propagación en voces donde no la conoce el castellano (manjerona = mejorana) y a juzgar por las listas de Cornu allí es precisamente fenómeno más extendido que en el Centro de la Península.―

6 «Sen ánimo de magoarte», «O que mais o maguou foi que lle imitase as espullas do nariz» Castelao 283.2f., 199.27.―

7 ¿Qué significa la locución vienen de mangla, que Pedro Espinosa (1625), Obras, 194.28, cita entre otras frases «vulgares y mal sonantes»?